La Casa dels Bous abrirá como museo del mar el próximo verano

15/12/2024

 

  • La primera de las tres piezas del «eterno» museo marítimo valenciano exhibirá una antigua embarcación, aparejos de pesca, fotografías, piezas donadas, maquetas y audiovisuales con testimonios de los últimos pescadores
  • Sorolla y Blasco Ibáñez estarán muy presentes en el nuevo espacio que incluirá exhibiciones temporales y aspira a colarse en el circuito de museos urbanos

 

Cumplido en noviembre un año de la restauración de la Casa dels Bous, uno de los hitos del patrimonio histórico del Cabanyal junto con la Lonja de Pescadores y la Fábrica de Hielo, el edificio se prepara para abrir sus puertas el próximo verano como Museo del Mar. La Casa dels Bous estaba llamada a ser una de las tres piezas, junto con el antiguo Varadero del puerto y las Atarazanas, del gran museo del mar de València, una vieja aspiración de la ciudad retomada y liderada en la pasada legislatura por el geógrafo e investigador Josep Vicent Boira, que se desinfló cuando este fue nombrado comisionado del Gobierno para el Corredor Mediterráneo. De momento, lo único tangible es la Casa dels Bous, que abrirá convertida en Museo del Mar el próximo verano.

La Concejalía de Acción Cultural ha licitado ya el proyecto para el montaje museográfico del museo, que será un espacio etnológico pero también una experiencia inmersiva. Matra, la empresa que está detrás del diseño del Centro de Arte Hortensia Herrero, entre otros proyectos reconocidos, ha sido la encargada de dar forma en los últimos meses al proyecto museográfico de la Casa dels Bous que, una vez concretados los contenidos, espera ahora al montaje en si. El espacio, explican fuentes de Matra, busca conservar la memoria del barrio de pescadores, actividad que prácticamente se ha perdido. En la exposición se incluirá embarcaciones antiguas, aparejos de pesca, fotografías antiguas, testimonios de los últimos pescadores y calafates, colecciones y donaciones de particulares y maquetas de la fachada marítima antes de la gran transformación que supuso la construcción del paseo marítimo de obra dura y más tarde la Copa del América, que acarreó en nombre del evento deportivo que pondría a València en el mapa, el derribo y traslado de la lonja del pescado del puerto, cuya actividad es ahora casi testimonial con apenas 16 barcos, cuyas capturas, eso sí, son muy apreciadas por restauradores y en mercados.

El museo del mar de la Casa del Bous mostrará como fue durante las tres primeras décadas del siglo XX la vida en el Cabanyal, donde llegó a haber dos importantes cofradías pesqueras (El Progreso Pescador y La Marina Auxiliante) con su sistema organizativo y de reparto de capturas y cierta rivalidad entre ambas. Un barrio con una economía basada en la pesca del bou, modalidad pesquera de arrastre que aprovechaba la fuerza de tiro de los bueyes, y que Joaquín Sorolla reflejó en sus cuadros. El pintor y también el escritor Vicente Blasco Ibáñez formarán parte destacada de la exposición, entre cuyas piezas hay muchas cedidas por el Museo de Etnografía de la Diputación de València a través de las cuales se dará cuenta de los oficios perdidos del Cabanyal como el de «tenyidor», calafate o armador.

La Concejalía de Accción Cultura ha licitado ya los trabajos de montaje del museo y está llevando a cabo visitas al edificio para las empresas licitadoras. Las obras de la Casa dels Bous duraron tres años y que pasaron por no pocas vicisitudes, entre ellas la aparición de restos arqueológicos de las antiguas balsas de tintado de las redes de pesca o los sobrecostes y modificaciones del proyecto. El montaje en sí tiene un plazo de ejecución de cinco meses. También se van a llevar a cabo en paralelo obras de adecuación en el edificio por 48.000 euros para generar un recorrido accesible.

La restauración de la Casa del Bous, cuya concesión rescató previamente el ayuntamiento a la antigua cofradía que gestionaba el edificio, presupuestada en 1,6 millones de euros, se adjudicó a EMR, empresa veterana en restauración de patrimonio histórico, aunque acabaría costando cerca de dos millones. La intervención abarcó también el inmueble conocido como la Casa de Tenyidors que se ha integrado en el conjunto con la estructura a la vista de las balsas de tintado de las redes. El conjunto de la Casa dels Bous lo forman, además del edificio donde los pescadores guardaban a los bueyes que arrastraban las barcas de pesca a la playa, lo forman el edificio dels tenydors y un pabellón exnovo con salas para talleres didácticos y exposiciones y a futuro una cafetería. El esperado Museo del Mar aspira a abrirse un hueco en el circuito de museos de ciudad.