08-11-2015
Las Provincias
Del medio centenar de inmuebles ocupados ilegalmente en el Cabanyal, la Policía Local ya ha realizado una mediación previa al desalojo en 18 casos. De esta cifra, ha conseguido la marcha de los ocupantes en cuatro, mientras sigue a la espera de un resultado satisfactorio en el resto.
La concejal de Protección Ciudadana, Sandra Gómez, hizo ayer balance del trabajo de mediación que se realiza en el Marítimo, donde una pieza fundamental se refiere a acabar con el problema de las ocupaciones ilegales, tanto en viviendas privadas como de propiedad pública.
Nada más conseguir el desalojo el paso siguiente es tapiar todos los accesos, tanto puertas como ventanas, con el fin de impedir en la medida de lo posible una nueva ocupación ilegal. De momento se han realizado estos trabajo en Eugenia Viñes, 108; Luis Despuig, 18; Ángeles, 61; y Escalante, 226.
El Ayuntamiento tiene en proyecto un nuevo plan urbanístico del Cabanyal, después de derogar el vigente en el último mandato. Tras dejar de lado la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, la estrategia pasa ahora por rehabilitar la mayor parte de edificios y reconstruir los que estén en un grado de ruina más avanzado. Además, hay numerosos solares (128 parcelas contando sólo las municipales) donde podrá edificarse.
En cuanto a las 14 viviendas donde los ocupantes han denegado el desalojo, los agentes seguirán con la mediación aunque se contempla la denuncia en el juzgado, lo que el anterior gobierno municipal no realizaba, según asegura Gómez.
La degradación urbanística ha ido acompañada en el Cabanyal y el Canyamelar con uno de los índices de ocupaciones ilegales mayores de la ciudad. La zona cero ha sido siempre por donde debía pasar la prolongación de Blasco Ibáñez, donde abundan los solares y los edificios vacíos.
La edil hizo referencia también a la mediación que se realiza en cuestiones de convivencia. El objetivo es el mismo y pasa por evitar denuncias, en este caso entre vecinos. De 115 servicios, un total de 98 se han resuelto satisfactoriamente, según los datos de la Policía Local.
Las más abundantes son conflictos por ruidos y por mascotas. Este proyecto ya se ha puesto en marcha en otros distritos como Ciutat Vella, donde ha tenido una especial efectividad en los problemas derivados de la fiesta de las Fallas. En el Cabanyal se han realizado 35 intervenciones, mientras que en la Malvarrosa han sido 14 y una decena en el Grao.
La concejal comentó que el objetivo «es conseguir un clima de normalidad» en el barrio, después de los años de paralización de obras por los litigios respecto al plan urbanístico, que también han contribuido a aumentar los problemas de convivencia entre los vecinos y la inseguridad ciudadana.